-Morgan... Ya no está.-dijo delicadamente su abuela.-Ahora es tu angelito de la guarda. Está en el cielo mirándonos. -miró al cielo.-Siempre nos cuidará. A tí, a papi, y a mí. Y a la tía... A todos. No te preocupes, esta aquí. -intentaba que la niña no la echase de menos.
-Yo la quiedo aquí, pero de verdad.-aún no pronunciaba del todo la erre (r) para lo que le estaba pasando. Esa dura trauma. Pero sabía qué la quería abrazar.
-Ay, mi pobre niña. Es tan triste.-comenzó a llorar.
Morgan no entendía nada. Quería ver sus padres.
Pero James Lynch no quería verla, y su madre, Anna Lynch, ya no estaba.
Se la llevó un borracho. Conducía hacia el trabajo. Aquel hombre volvía del club.
Fue desastroso.
Ambos consiguieron escapar. Pero Anna, se fue al cielo, escapó hacia las nubes.
Y el borracho, se escondió, escapó del lugar del accidente.
Estaba en el colegio cuando ocurrió. La recogió su abuelita cuándo tocaba el recreo.
Recordaba haber visto a Niall Horan despidiéndose de ella con la mano. Ella aún no sabía que pasaba. No entendía. ¿Qué la abuela había hecho magdalenas e iban a comerselas? Dulce inocencia. No podía imaginarse cómo iba a ir su vida.
Ni ahora, dos días después, tras el entierro, que había sido una hora antes.
Su padre, tras esto, se fue. Nadie sabía a dónde.
Hasta que al día siguiente, recibieron una llamada.
-Está en la cárcel por asesinato múltiple a varios hombres que trabajaban en un bar del que supuestamente venía el borracho que la mató. Condenado a cincuenta años.
Y así, con el tiempo y sin el amor faltante de sus padres, creció con su abuela.
Era divertido. Le hacía muffins todos los fines de semana. Le daba cincuenta euros cada vez que era su cumple. Lo almacenaba en su vaca de hucha. Vivía por y para las vacaciones. Los domingos iba a ver a mamá. Le contaba todo lo que le pasaba. Recordaba aquella ocasión en la que le contó que le gustaba un chico, a los doce. Se sintió cómo sí ella le sonriese. Pero debajo de esa piedra, había sólo huesos, y un ataúd. Pero, cómo le dijo la abuela, estaba junto a ella. Su angelito.
Dejó de visitarla a los catorce. Mientras crecía, era más una persona fría y despiadada que la dulce niña del pasado.
Hacía cosas malas. Su abuela ya no podía hacer todo lo qué hacía. La había criado. Debería de devolvérsela, cuidarla.
Pero esos no eran los mayores problemas de Morgan.
Báh, no le hacía mucho caso.
A veces, iba a ver a su padre. Cada vez estaba más demacrado. Lloraba. Ella, trataba de consolarlo. Pero no le escuchaba. Allí James había aprendido a no escuchar todo lo que decían. Quizás fuese mentira.
Y así comenzó todo.
Y ella empezó a creer que ya no estaba. Qué su ángel de la guarda se había ido.
Que la había dejado.
Y maldecía esa realidad.
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-¡Racheeeeeel!-exclamó Laura.
Su amiga acababa de llegar tras las vacaciones de navidad en Inglaterra. Comenzarían de nuevo el tercer curso al día siguiente.
-¿Que te ha regalado Santa Claus?-preguntó Rachel.
-¡Los Reyes Magos! Pues, el estuche de pinturas. ¡Y unos zapatos! ¡Y una casa de playmobil! ¿Quedaremos para jugar? ¿Y a tí que?
Parecerá extraño, pero en su niñez, Rachel era la tímida, y Laura, ya que aun no existía su apodo, la "atrevida que no calla bajo el agua".
-¡Una Nancy! ¡Y un juego de mesa! Y un pijama, agh. Bueno, y un libro. Ya está.
-¡Vale, mola!¿Quedamos esta tarde, eh? ¡Y llama a Elena!-eran ya un gran trío.
-¡Claro!
Se dieron un abrazo.
Qué bonita es la amistad.
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-¡Zayn, llaman al portero, corre a abrirlo, estoy con Safaa!-le gritó su madre.
-¡Voy!
Fue corriendo, y le dio al botón, abriendo la puerta de abajo.
Un minuto después, tocó el timbre de su puerta.
Al abrirla, se llevó una gran sorpresa al ver a su novia. Habían quedado una hora después. ¿Para qué se presentaba en su casa?
-¡Hola, Marie!
Ella le hizo una mueca.
-¿Puedes salir, por favor?-le pidió Marie.
-Claro.-respondió.
Entornó la puerta, y salió al rellano. Se sentaron en las escaleras.
-Bueno Zayn. Ha llegado la hora de que esta relación termine.
Zayn se quedó desencajado.
-Estos tres meses han estado bien pero... ya gané mi apuesta. Y no siento nada. Lo siento, Zayn. Esto es un adiós.
Y se fue por el ascensor.
Y Zayn se quedó allí, postrado en las escaleras.
¡No se lo podía creer!
¡TODO HABÍA SIDO UNA MENTIRA!
¡UNA APUESTA!
Cómo odiaba a Marie. La verdad, cuándo Marie empezó a enviarle indirectas, fue algo extraño. Elo era el chico tímido. Ella, la chica célebre.
No conectaban.
Pero él, pensaba que podía ser real.
Qué se querían.
Correspondiente.
Quizás él había vivido engañado... por sí mismo.
Porque eso parecía.
Sollozó un poco. Pero no era un gran dolor. Por qué, no es cómo si la hubiese perdido. Es cómo, si todo siguiese igual qué antes.
Incluso mejor aún.
Aquella hora qué pasó allí sentado fue genial para sí mismo.
Se dio cuenta de muchas cosas.
Hacía dónde estaba llendo. Lo que debía hacer, era lo correcto para él.
Qué debía intentar.
Al principio le costó abrirse a Marie. No terminaba de confiar.
Tampoco es de confiar, lo acababa de demostrar, era una falsa, al completo.
Pero ella se ganó su confianza, finalmente.
Él le sacó su verdadero yo, el qué no todos frecuentaban ver.
Estaba decepcionado, muy decepcionado.
Y, también le había dolido la traición un poco.
Entró a su casa, y cómo sí nada, ayudó a su madre con la cena.
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-Ven, vamos al hospital.¡Ya llega! -le tendió la mano.
Louis la cogió alegremente.
Junto a su abuela, cogió el bus, que paró a una calle del hospital.
Estaban emocionadísimos.
Louis iba a tener una hermana. Según le había contado su madre, se llamaría Charlotte.
¡Sería genial! Estaba deseando jugar con ella. Le había guardado un Power Ranger, que llevaba en la mano, el rosa, para qué no tuviese un juguete roto, y que fuese el más chulo de todos.
Ella sería la chica Power Ranger, y el llevaría los demás. Aunque, esperaba que no picara el suelo a golpes, por qué sí no, la bronca se la llevaría él. Louis odiaba cuándo su madre lo castigaba.
No quería que la pequeña Charlotte se hiciera daño ni nada.
-¿Qué habitación es, abuela?-le preguntó Louis.
-La cuatrocientos noventa y nueve (499).-le contestó, sonriendo.
-¡Vale! ¡Vamos, venga! ¿Ya está?
-Claro, desde hace un rato.
Se metieron en el amplio ascensor, preparado para camillas. En el también subían unas enfermeras y un hombre vestido de traje, sudoroso.
Bajaron el la tercera planta. Se despidieron con un simple “Adiós” y se fueron.
-Habitación 499. Aquí es.
Louis sonrió.
Tocaron a la puerta. Cuándo escucharon un “Pase”, entraron.
La habitación era blanca.
Pero a Louis le llamó la atención su madre, que sonreía, con una pequeñita bebé en su brazos.
-Louis, ven.-se acercó.-Está es Charlotte, Lottie.
Ambos sonrieron ampliamente.
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Decidí planear mejor y hacer un flashback. ¡La historia de sus vidas!
DRAMITA HERE. LOL.
Esto dará explicaciones, forma parte de la novela, eh.
YA DIJE POR ASK QUE ERA DIFERENTEEEEE :DDD
SIENTO TANTÍSIMO TARDAR. PERO ESTOY SUPER OCUPADA, HASTA LOS FINDES, SI. PERO SUBÍ POR EL ANÓNIMO DE ASK, POR TODOS LOS LECTORINOS QUE SOIS TAN IUREHDSFO <3 Me dolió un poco lo de que tu bf se fuera, pero aquí estamos :D Me he puesto las pilas entre ayer y hoy y aquí esta :D
¡ESPERO QUE OS GUSTEE!
Decidme si quereis el 19 u otro así, como este con el resto de los personajes :)
¡BESOS WILL LOVERS!<3 xx